Estamos
pasando muchas horas encerrados en casa y nos empezamos a dar cuenta de
que esa reforma pendiente no puede esperar más, de que
necesitamos espacios más abiertos y multifuncionales, un
espacio para el teletrabajo, o, simplemente, de que hay que darle un
nuevo aire a nuestro hogar, así que nos lanzamos a buscar
profesionales para nuestro proyecto, pero ¿cómo
elegir entre tanta oferta?, ¿cómo saber que no
nos están engañando?...
Éstos
son algunos consejos que te ayudarán a diferenciar entre
profesionales de verdad y otros que no lo son tanto.
LAS PLATAFORMAS
En internet podemos encontrar muchas
plataformas donde poder elegir entre múltiples profesionales,
esto es lo que debes tener en cuenta:
Juntos, pero no revueltos.
¿Buscabas interiorista, pero
acabas en una carpintería?
Desconfía de la plataforma que muestre todo
mezclado, si es seria, se diferenciarán las distintas
profesiones: diseño de interiores, arquitectura,
contratistas, tiendas de muebles, etc.
Cuidado con la
piratería.
Es interiorista cualquier profesional que
se dedica al interiorismo, pero la denominación oficial para
las y los profesionales titulados en el estado español es
diseñador-a de interiores o decorador-a.
Si encuentras otras supuestas profesiones, como diseñador de
espacios, creador de interiores, arquitecto de interiores, etc., ten
cuidado, normalmente solo se quiere ocultar la carencia de
titulación oficial.
Da tus datos sólo a
quién quieras contactar.
Muchas plataformas piden rellenar un
formulario con datos sobre tu obra o reforma, localización,
contacto,
etc., prometiendo que los profesionales que has seleccionado te
enviarán varios presupuestos.
Lo que sucede es que estos datos se venden o subastan entre sus
clientes y los presupuestos que recibas pueden no ser de
quién habías elegido. Procura contactar
directamente.
YA HE ELEGIDO PROYECTISTA
Si
ya has seleccionado a quién se va a encargar de proyectar tu
obra o reforma y quieres asegurarte de que todo va a desarrollarse
correctamente, sigue estos consejos:
¿Proyecto
gratis?... ¡No, gracias!
Esto es un clásico en internet,
no te dejes engañar.
Si
te ofrecen el proyecto gratis, o a un precio irrisorio, se trata de un
timo, ten en cuenta que un plano y un presupuesto no es un proyecto.
El proyecto es la documentación dónde se define
todo lo que se va hacer después en la obra, el
diseño, las calidades, las especificaciones
técnicas y el coste económico.
Un buen proyecto evitará que tengas después
sorpresas desagradables.
Los datos profesionales bien
claros.
La Ley de Servicios de la Sociedad de la
Información y de Comercio Electrónico obliga a
las profesiones
reguladas a mostrar, además del nombre,
dirección, etc., datos como la titulación,
número de colegiación y Colegio profesional al
que pertenece. Comprueba que se indiquen claramente estos datos en su
web, si no aparecen, pregúntaselo directamente.
La colegiación es obligatoria, así que si te
contesta con evasivas como "es que yo no creo en los colegios" o algo
parecido, no lo dudes, ¡acabas de dar con un pirata!
Por escrito y con visado.
Deja
constancia por escrito de los acuerdos con tu diseñador-a,
para ello te presentará una Hoja de Encargo donde reflejar
qué trabajo estás encargando,
redacción del proyecto y dirección de la obra,
por ejemplo, los honorarios pactados, el presupuesto aproximado de la
obra, etc.
También se indica si solícitas o no el
visado… ¡di que sí!
El visado no es siempre obligatorio, pero puedes solicitarlo si
quieres, es tu derecho.
Con el visado tendrás la garantía de su
profesionalidad, de que dispone del seguro de responsabilidad civil y
de que el proyecto está completo, todo ventajas.
Además, la mayoría de profesionales asumen el
coste del visado como incluido en sus honorarios, así que no
te costará nada.
También hay otras formas de registro alternativas al visado,
pregúntale sobre estas opciones y sus diferencias.
Si
sigues estas pautas, seguro que encuentras profesionales que te
ayudarán a que tu casa sea mucho más
práctica, eficiente, acogedora y bonita, y a que el proceso
para conseguirlo sea una experiencia gratificante, sin sorpresas
amargas y sin que te suponga gastar más dinero que el que
tenías previsto.
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